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Tras el pregón que abría los actos de la Semana Santa arevalense, el primer acto procesional ha sido el ya tradicional Vía Matris, el Viernes de Dolores, que meditando sobre los siete dolores de la Virgen, recorre el circuito de la histórica Plaza de la Villa en medio de un impresionante silencio, solo roto por las meditaciones, los cantos y las oraciones. El acto religioso fue presidido por el párroco Jesús Sánchez y en el que participaron cofrades de la Santa Vera Cruz con hábito blanco y capelina verde oliva, y más de dos centenares de fieles, en una noche agradable que propició esta primera procesión. De la iglesia de Santa María la Mayor, ante el pantocrátor románico se inició el acto devocional en el que salieron las imágenes de la Virgen Dolorosa portada por mujeres y un Cristo de mano portado por cofrades hombres. Finalizó el acto penitencial con el canto del himno de la Virgen de las Angustias, como ya viene siendo tradición. Previo a este acto, ante la imagen de la Virgen de las Angustias de la parroquia de santo Domingo, los Mayordomos de su cofradía realizaron un acto del juramento de sus nuevos miembros y que renovaron los antiguos. Acto sencillo pero solemne. El viernes de Dolores es una de las fechas de honras a esta advocación mariana.
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